EL SISTEMA LÍMBICO, el centro de las emociones

           Para definir el sistema límbico nos apoyamos en la lectura Clark, D. L., Boutros, N. N., & Méndez, M. F. (2012) donde refiere que este “funciona en colaboración con otros sistemas cerebrales”, este sistema básicamente es el encargado de las respuestas instintivas del ser humano frente a los estímulos proporcionados por el medio ambiente como comida, sexo y otras relacionadas con los sentimientos y emociones tales como el miedo, la alegría, el enojo o tristeza.

          Con base en la lectura de López Mejía, David Iñaki, & Valdovinos de Yahya, Azucena, & Méndez-Díaz, Mónica, & Mendoza-Fernández, Víctor (2009) “El estado emocional y los sentimientos son regulados por estructuras anatómicas diferentes.  De esta forma, los sentimientos concretos están regulados por la corteza cerebral, en parte por la corteza cingulada y la corteza orbitofrontal. Los estados emocionales están regulados por un conjunto de respuestas periféricas, autónomas, endocrinas y esquelético-motoras. Estas respuestas involucran estructuras subcorticales, tales como la amígdala, el hipotálamo y el tallo cerebral. Ante la sensación de terror, no sólo se siente miedo, sino que también se experimenta un aumento en la frecuencia cardiaca y respiratoria, la boca se seca, se tensan los músculos, sudan las palmas de las manos (Carey, Ariniello, & McComb, 2002).”

          Retomando la lectura Clark, D. L., Boutros, N. N., & Méndez, M. F. (2012) “El sistema límbico incluye comportamientos sociales que aseguran la supervivencia del individuo y de las especies”. De acuerdo con lo anterior, podemos inferir que este sistema nos ayuda a garantizar nuestra supervivencia por medio de reacciones instintivas involuntarias, por ejemplo, la sensación de hambre, hace que busquemos la forma de alimentarnos, el miedo nos hace huir y nos hace estar mas alerta a nuestro entorno.

          “Las interconexiones complejas que le permiten al sistema límbico realizar sus funciones pueden ser simplificadas en dos subsistemas; el hipocampo (asociado a la memoria) y el núcleo septal constituyen el primero; el segundo gira en torno de la amígdala y está involucrado con la ansiedad a estímulos sensoriales”.

ANATOMÍA FUNCIONAL DEL SISTEMA LÍMBICO

Según la lectura Saavedra Torres, J. S., Díaz Córdoba, W. J., Zúñiga Cerón, L. F., Navia Amézquita, C. A., & Zamora Bastidas, T. O. (2015) “Las estructuras límbicas subcorticales incluyen a la amígdala, los cuerpos    mamilares, el hipotálamo, algunos núcleos del tálamo (es decir, anterior, intralaminar y grupos dorsales mediales) y el estriado ventral (es decir, el núcleo accumbens).

El sistema límbico es un grupo interconectado de las estructuras corticales y subcorticales dedicado a vincular los estados de la emoción visceral con la cognición y el comportamiento”.

 

Amígdala

Las amígdalas cerebrales están situadas al lado de cada hipocampo. Esta estructura se encuentra conformada por redes neuronales al igual que fibras nerviosas de tipo asociativo. (Valenzuela, 2015 P 25). La amígdala tiene  papel importante en la respuesta emocional al ciertas situaciones, eso mismo las involucra con el aprendizaje emocional. 

Hipocampo

El hipocampo está encuadrado dentro de lo que se conoce como corteza del lóbulo límbico, o arquicorteza, que es una de las partes de la corteza cerebral más antiguas; es decir, que apareció muy pronto en la línea de evolución que ha llevado a la aparición del ser humano.

“Esta unidad tiene la tarea de almacenar la información de la memoria explícita, la cual se encuentra determinada por la plasticidad que presentan las neuronas que la conforman. Asimismo, este sistema se encuentra asociado con la memoria espacial y episódica. Cabe resaltar que la memoria espacial permite la estructuración de representaciones, las cuales son complejas, toda vez que involucran a otras unidades cerebrales”. (Valenzuela, 2015 P 26). 

Tálamo 

Es una  pequeña estructura  situada apenas encima del tronco del encéfalo. La función principal  del tálamo es retransmitir el motor y señales sensoriales a la corteza cerebral.

Hipotálamo

el hipotálamo controla la temperatura corporal, el hambre y la liberación de hormonas en el cuerpo. 

Cuadro tomado de Saavedra Torres, J. S., Díaz Córdoba, W. J., Zúñiga Cerón, L. F., Navia Amézquita, C. A., & Zamora Bastidas, T. O. (2015).

 

El cerebro triúnico de Paul MacLean, que a veces es conocido como la teoría de los 3 cerebros

1. El cerebro reptiliano “Según MacLean, estas zonas estaban relacionadas con los comportamientos estereotipados y predecibles que según él definen a los animales vertebrados poco evolucionados, como los reptiles. Conductas simples e impulsivas repetitivas, dependiendo de los estados fisiológicos del organismo: miedo, hambre, enfado, etc”. Triglia, A., & Triglia, A. (s. f.).

2El cerebro límbico (Aprendizaje) “según MacLean apareció con los mamíferos más primitivos y sobre la base del complejo reptiliano, fue presentado como una estructura responsable de la aparición de las emociones asociadas a cada una de las experiencias que se viven, por ejemplo: Si una conducta produce emociones agradables, tenderemos a repetirla o a intentar cambiar nuestro entorno para que se produzca de nuevo, mientras que si produce dolor recordaremos esa experiencia y evitaremos tener que experimentarla otra vez”. Triglia, A., & Triglia, A. (s. f.).

3. La neocorteza “Para este neurocientífico, la neocorteza podía considerarse la sede de la racionalidad en nuestro sistema nervioso, ya que nos permite la aparición del pensamiento sistemático y lógico, que existe independientemente de las emociones y de las conductas programadas por nuestra genética.” Triglia, A., & Triglia, A. (s. f.).

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Clark, D. L., Boutros, N. N., & Méndez, M. F. (2012). El cerebro y la conducta: neuroanatomía para psicólogos: Vol. Segunda edición. Editorial El Manual Moderno. Recuperado de https://ebooks-manualmoderno-com.bibliotecavirtual.unad.edu.co/pdfreader/el-cerebro-y-la-conduct

López Mejía, David Iñaki, & Valdovinos de Yahya, Azucena, & Méndez-Díaz, Mónica, & Mendoza-Fernández, Víctor (2009). El Sistema Límbico y las Emociones: Empatía en Humanos y Primates. Psicología Iberoamericana, 17(2),60-69.[fecha de Consulta 28 de Febrero de 2021]. ISSN: 1405-0943. Disponible en:   https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=1339/133912609008 

Saavedra Torres, J. S., Díaz Córdoba, W. J., Zúñiga Cerón, L. F., Navia Amézquita, C. A., & Zamora Bastidas, T. O. (2015). Correlación funcional del sistema límbico con la emoción, el aprendizaje y la memoria. Morfolia, 7(2), 29 - 44. Recuperado a partir de https://revistas.unal.edu.co/index.php/morfolia/article/view/52874

Triglia, A., & Triglia, A. (s. f.). ​El modelo de los 3 cerebros: reptiliano, límbico y neocórtex. Psicología y Mente. https://psicologiaymente.com/neurociencias/modelo-3-cerebros-reptiliano-limbico-neocortex

Valenzuela-Bonilla, E. B. y Salas-Picón, W. M. (2015). Unidades cerebrales de control interno: hipotálamo, sistema límbico y corteza cerebral. (Documento de docencia No. 10). Bogotá: Ediciones Universidad Cooperativa de Colombia. doi: http://dx.doi.org/10.16925/greylit.1142

 

 

 

 

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